LA SILLA DE PENSAR Y SUS EFECTOS…… MUY NEGATIVOS.
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LA SILLA DE PENSAR Y SUS EFECTOS…… MUY NEGATIVOS.

¿De dónde sacamos la loca idea de que, para que un niño se porte mejor, debemos hacer que se sienta mal?

LA SILLA DE PENSAR Y SUS EFECTOS…… MUY NEGATIVOS.

“María lleva viniendo a cosulta con su marido Luis varias semanas, hemos centrado el trabajo en ofrecer pautas de crianza respetuosa, marcar límites, pero sobre todo se ha hecho un trabajo de trabajar en estrategias emocionales para que ambos padres se enfrenten a las rabietas de Mario, su pequeño de dos años y medio.

Ayer tarde me llamó María bastante angustiada, Mario lleva una semana en el cole y le han dicho que está pegando a otros niños, en consecuencia lo han puesto en la silla de pensar. María lo ha visto en la agenda de su hijo, su seño (imagino que con la mejor de sus intenciones) les ha pedido a los padres de Mario que trabajen las emociones en casa”.

Este es el escenario de partida, no sólo de María, sino de muchos padres y madres que, a pesar de tener unas expectativas grandes sobre el centro escolar, se ven desplomadas cuando reciben este tipo de información. Durante muchos años, padres y maestros ha utilizado la técnica de tiempo fuera para aplicar como correctivo a una conducta desadaptativa, como es precisamente la de pegar a un compañero. Hasta hace varias décadas, las personas que recomendaban estos métodos se basaban en la conducta de un niño para valorar si hay resultado o no, daba igual lo que pasara por el cuerpo del chiquillo, si se sentía triste, furioso o avergonzado, eso importaba poco. Afortunadamente las cosas han ido cambiando y las investigaciones en neurociencias nos aportan luz a quienes defendemos los derechos de los niños y buscamos herramientas más respetuosas para marcar límites.

¿POR QUÉ NO RECOMIENDO UTILIZAR LA SILLA DE PENSAR?

Los seres humanos, como seres sociales que somos nos movemos por la necesidad social de pertenencia e importancia a un grupo, es decir, no es sólo pertenecer al grupo, sino aportar valor al mismo. ¿Cómo te sientes tú, adulto, si después de haber cometido un error escribes en tu grupo de amigos por WhatsApp y nadie te responde, te ignoran y no te hacen caso? ¿Te sientes con ganas de pensar en lo mal que lo has hecho y con la intención de mejorar?

Si, antes una conducta desadaptativa (como puede ser la de pegar) el niño o niña es apartada del grupo, se le transmite el siguiente mensaje: “no perteneces a este grupo”, mensaje que va en contra de todos y cada uno de los valores del sistema educativo, o no?.

Para adentrar un poco más en los efectos de la técnica, a continuación te cuento lo que sí se consigue cuando un niño es apartado en la silla de pensar:

EFECTOS DE LA SILLA DE PENSAR

  • El mundo emocional del niño va a cambiar en función de la edad que tenga, pero está claro que en todos los casos se dan emociones muy desagradables, tales como enfado, furia, tristeza, incomprensión, soledad, etc. En función de esa misma edad y de la capacidad expresiva del niño, podrá lidiar mejor o peor con tales emociones, en el caso de Mario, que es un niño que aún no ha alcanzado el lenguaje de forma correcta, lo esperable es que muestre esas emociones con mayor número de rabietas, descontrol y angustia.
  • Consecuencias inmediatas y a largo plazo. Aunque a corto plazo parece que funciona, porque el niño se queda sentado, a largo plazo este método no funciona, sólo caemos en el riesgos de que aparezcan las 4 R,s de las que nos hablan Jane Nielsen en su manual sobre disciplina positiva. Las 4 R,s hacen referencia a: resentimiento, revancha, rebeldía y retraimiento. El niño, sentado en su silla, sí que piensa, pero piensa en cómo hacerlo la próxima vez sin que lo pilles, o cómo devolverle el golpe más fuerte para que no se chiven, como bien te imaginas la violencia sólo genera violencia.
  • El etiquetado. Ese niño que está sentado es etiquetado como el malo, el travieso o el inadaptado, y todos lo ven, ven que su compañero Mario pega, que es malo y entonces, crees que jugarán con él?.
  • El desamor y pérdida de confianza. Cuando un niño es llevado a la silla de pensar no es capaz de enlazar un mal comportamiento con esta consecuencia, al menos antes de los 4 años, lo que sí son capaces de hacer es de pensar que no los quieres. Cuando un niño es retirado, en base a ese sentimiento de pertenencia e importancia del que hablaba antes, va a sentir que no es merecedor de esa confianza de mi seño nueva, el amor de mi papi o la calma al estar al lado de mamá.

Y ahora bien, ¿Os interesa saber qué podemos hacer para erradicar estas conductas? Escríbeme en comentarios de este post o en rrss y hablaré en otro post sobre las posibles soluciones.



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