
Hoy mamá se siente triste
«No me gusta que mis hijos me vean triste» «Intengo esconderme cuando quiero llorar» «Hay días que los entretengo con dibujos o juegos para que no me vean mal»
Esto es lo que nos cuenta Ana en una primera conversación mantenida en consulta en la sesión de padres. Ella evita constantemente que sus hijos la vean llorar o triste, y cuando esto ocurre, y sus hijos le preguntan «Por qué lloras mami?» Ella sólo les responde que no pasa nada, que mami es feliz y que todo se va a resolver.
Ya nos lo decía Donald Winnicott al hablarnos de la madre suficientemente buena, refiriéndose a aquella que es capaz de dar cabida al desarrollo del verdadero yo del niño, es decir acoger su gesto espontáneo, en el sentido de lo que el niño quiere expresar, e interpretar su necesidad y devolvérsela como gratificación. Cuando hablamos de crianza y trato con los padres es importante introducir la empatía en el día a día con nuestros hijos. Es un error pensar que la empatía sólo es de una dirección, es decir, de entender a nuestros hijos para acompañarlos en sus emociones. Es fundamental que aprendamos a dar cabida a nuestras emociones y la podas adaptar a la edad de nuestros pequeños.
Como psicóloga infantil y juvenil, pero también como madre de hijos pequeños, os cuento cómo dar cabida a esas emociones desagradables que a veces nos inundan en nuestro día a día.
- Identifica esos estados emocionales propios. Una de las labores fundamentales como padres es dar sentido a lo que ocurre por nuestro cuerpo, la identificación de lo que me está ocurriendo es crucial para darle ese sentido. Si tienes un mal día, estás agotada, triste o furiosa, date permiso a que esa emoción exista dentro de tí, no la niegues.
- ¿Cuales son tus recursos emocionales?. Es importante que te conozcas y sepas qué es aquello que te sienta bien para transitar tus propias emociones. Hay personas que tiendes a la acción, con lo cual se ponen a limpiar la casa, se van a correr o leen un libro; sin embargo hay otras que tapan esas emociones con simples distractores; sea cual sea tu fórmula, acepta esa tristeza o estado emocional determinado y actúa para sentir esa emoción.
- Habla con tus hijos. Cuando ellos detecten esas emociones en tí (recuerda lo que has leído en el primer punto) acéptalo y reconóceles su observación. Algo así como «sí cariño, hoy mami se siente triste». Es muy interesante cuando un niño o niña detecta una emoción de uno de sus progenitores y te la muestra, utiliza ese momento para aceptarlo y darle sentido a lo que tu pequeño está observando, diles «cielo, eres un gran observador, veo que estás utilizando tu superpoder de investigador y te has dado cuenta que mamá hoy se siente triste.
- Llega a acuerdos con tus hijos. Si es de esos días que te sientes apagada, sin fuerza para hacer una carrera, jugar al pilla-pilla o hacer la guerra de almohadas que tanto les gusta, buscad con ellos alternativas, le podemos decir «hoy mami se siente triste», ¿qué podemos hacer hoy en vez de jugar a correr», estoy convencida que ellos te darán propuestas para aliviar tu malestar. No se trata de que le cuentes todas tus desdichas, pero sí quizás te propongan hacer dibujos de mandalas, bailar con un poco de música o darte un gran abrazo. Cuando esto ocurre ellos están aprendiendo a poner en marcha estrategias de regulación emocional, y a su vez estás trabajando la empatía hacia la persona que más quieren.
Si aún así hay situaciones un poco más complejas que dudas sobre cómo gestionarlas, no dudes en hacerme una consulta https://tusupernanny.es/contacto/
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Carmen Berzosa
Psicóloga Infantil y Juvenil